Quietud

Hay un movimiento imperceptible..

(se mueve en el aire)

Como una brisa
tu aguja que roza una textura.
la textura de la piel
de tus manos hacedoras.

(hacedoras de sueños bordados con hilos de lágrimas doloridas)

Hacedoras de caricias...

...recuerdo el silencio y la quietud
de aquellas lluvias.

Las lluvias de las tardes
en que bordabas poesías...

y las miles de puntadas
de agujas desgastadas...
respirando entre tus manos
suspirando punto arroz...

...sobre el borde de la piel que cubre mi corazón.

mi corazón, el que era tuyo..
era tuyo
era tuyo
era tuyo

****

Recuerdo que en mi Macondo natal, decían las abuelas, que hubo una maga hechicera y poetiza de la belleza que hablaba de corazones rotos, destrozados...

La gente acudía a verla buscando sanación.
Ella explicaba y hablaba pero nadie entendía lo que pasaba con esos corazones...

Un día se cansó, y a la vista de todo el pueblo, tomó una sandía, la levantó sobre su cabeza y la destrozó contra el suelo...

Miles de pedazos de sandía se esparcieron por doquier...
Entonces les dijo, así se rompen sus corazones, se destrozan...
y quedan despedazados...
intenten juntarlos.

Los hombres, las mujeres y los niños se quedaron boquiabiertos y empezaron a llorar...

Solo los poetas comprendieron, sonrieron y partieron en todas direcciones y se fueron por el mundo hablando de corazones rotos, destrozados, despedazados..
como sandías...

Y entre esos pedazos de corazones de sandías,
mas allá del dolor...
quedaron también esparcidas
miles de semillas...

semillas como besos
como besos negros prestos a nacer.