domingo, 15 de noviembre de 2009

Lunes Santo

Se podría decir que fueron novios desde la cuna. Nacidos en la misma calle, apenas dos casas los separaban. Desde que empezaron a salir a jugar a la calle fueron uña y carne. Se peleaban a revolcones como los demás niños, lo compartían todo, las mismas aficiones y no podían vivir el uno sin el otro.

Fueron creciendo y madurando pero no se dieron cuenta de que las cosas, eran ahora de otra forma. Un día, al cogerse la mano como siempre lo habían hecho, sintieron algo que golpeaba con fuerza dentro de su pecho. Se sonrojaron y bajaron sus grandes ojos azules que tantas veces se habían detenido en el compañero de juegos y las mejillas inflamadas de un dulce calor hicieron más perceptible el sedoso vello que las cubría como un melocotón a punto de cosechar. Él palideció, se tensaron sus músculos y endurecieron los pómulos. El labio superior se alzó levemente mostrando las piezas dentales superiores, le sudaba el inexistente bigotillo y humedeció con un movimiento furtivo de su lengua el labio retraído que exhalaba pasión. Sus ojos negros, árabes, entraron con decisión viril en el agua azul de aquella huidiza mirada: No se pudieron decir nada, ni sabían qué cosa les había ocurrido. A pesar de ello, desde aquel día de lunes santo nada volvió a ser igual, y nunca se volvieron a hablar igual.

Todo el pueblo lo encontró natural ¡Claro, si estaban siempre juntos!. Las familias contentas esperaban impacientes la noticia por boca de ellos. Pero La Ojirris juró en el mismo momento de enterarse: “El amor de todos, por mí, será de nadie y para siempre”. Por ella, iban a acabar como se merecían, mal.

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eclipse

Estaban el Sol y la Luna en un eclipse

y el Sol comienza a molestarla diciéndole:
'Luna eres una puta, puta, puta, puta, puta.'
Y la Luna ofendida pregunta:
'Porque me dices eso?
El Sol le contesta:
'Porque solamente sales de noche y andas de cuarto en cuarto: de cuarto menguante, cuarto creciente, etc.'
La Luna ofendida dice:
'Me tengo que vengar, qué le diré? qué le diré?'
Pasan los años y se vuelven a encontrar y esta vez le dice la Luna al Sol:
'oye Sol eres un pendejo, pendejo, pendejo pendejo, pendejo'
Y el Sol contesta:
'Oye espérame, por que me dices eso?'
y la Luna contesta:
'Porque llevas miles de años calentando a la Tierra y nunca te la
has cogido.